viernes, 28 de abril de 2017

Tarde en Jerez de la Frontera.


                   Este 27 de abril, lluvioso y frío abril, presenté el poemario El nombre secreto del agua que me editó Vitruvio el año pasado. 

                    A las 16,30 llegué a Jeréz de la Frontera en Blablacard, conducía Aaron un profesor de Valencia de Alcántara oriundo de Cadiz. Me dejó en la venta Esteban donde me recogió mi amigo Juan Salguero. Juan es amigo mío de la infancia. El reencuentro fue feliz parecía que había pasado un corto espacio de tiempo. En realidad era treinta años que no nos veíamos. El encuentro con Juan estaba siendo magnífico. Este evento nos volvía a unir para compartir, especialmente lo que en estos momentos nos ocupa a nivel literario. A él la investigación sobre la Comedia a mí la poesía. Magnifica la conversación con Juan sobre este asunto de su investigación. 





               Una hora antes de comenzar el evento, Juan me volvió a recoger en el hotel Gaudalete. Dimos una vuelta turística por Jerez. Interesante esta ciudad de más de 200.000 habitantes, cuna de Caballero Bonald. 


            A las 20,00 horas de la tarde, cuando sobre Jerez de la Frontera caía una lluvia generosa que limpiaba el ambiente de ácaros y otras miasmas alérgicas, la Fundación Caballero Bonald me abría sus puertas.  La anfitriona de la Fundación se encarnaba en Josefa Parra. A esta, por fin, le ponía rostro. Pepa Parra, era una poeta que admiraba desde hacía tiempo. Un honor encontrarme con ella, un honor que me presentara este poemario que tantas alegrías me está reportando. Le agradezco su acogida, el aprecio de mis letras para ser expuestas en la Fundación que ella coordina.



                 Al acto acudió Dolors Alberola a la que había pedido recitar algunos de los poemas del libro que presentábamos.  Me alegró muchísimo que aceptara y que acudiera. Dolors es una poeta, de las grandes, a la que admiro por su poesía clara y directa, por sus versos llenos de emoción. 

        


                     Comenzó el acto con la presentación de Juan Salguero. Este no reparó en detalles bio-bliográficos y en otros que pertenecían a nuestras andanzas de juventud por Tierra de Barros, por Almendralejo, de donde somos los dos.  A este le siguió Pepa con una presentación ingeniosa, emotiva, llena de trazos poéticos. 
             
                La segunda parte del encuentro, después de las presentaciones, fue un recital de poemas de las tres partes del libro. Maravillosas las voces de Pepa y Dolors acariciando los versos de El nombre secreto del agua. 



                    A la mañana siguiente, cuando repasaba este evento, donde las miradas habían estado puestas en mi, consideré que lo mejor era guardar silencio. Obsequioso silencio que abrazara cada uno de los rostros y sus mundos,cada uno de los sueños que,sin pretenderlo,pulularon en ese espacio de la Fundación Caballero Bonald. Sí,silencio para dejar que la vida siga fluyendo sin cortapisas de egos.

                 Quiero dejar patente mi agradecimiento  a todos los que han hecho posible este evento.

martes, 25 de abril de 2017

Salgueiro Maia, o capitão que quase enganou a tristeza


Magnífica antología poética

Edición de Suso Diaz. Liliputienses.



No principio era a palavra
e a palavra não era deus
era a voz do frágil,
a puta e chateada palavra
fez grido nas prisões,
voz na fome,
carne que não reconhece a derrota
e pronuncia a coluna vertebral
o desejo de homens e mulheres
capaces de chorar e rir
a pesar da dor.

Faustino Lobato E o verbo fez-se liberdade .
en Salgueiro Maia. A liberdade não é uma utopia.
Edição Liliputiense. 2017






No principio era a palavra
e a palavra não era deus
era a voz do frágil,
a puta e chateada palavra
fez grido nas prisões,
voz na fome,
carne que não reconhece a derrota
e pronuncia a coluna vertebral
o desejo de homens e mulheres
capaces de chorar e rir
a pesar da dor.

Faustino Lobato E o verbo fez-se liberdade .
en Salgueiro Maia. A liberdade não é uma utopia.
Edição Liliputiense. 2017

"Grândola, Vila Morena" - Zeca Afonso @ Revolução dos Cravos, 25 de Ab...




No principio era a palavra
e a palavra não era deus
era a voz do frágil,
a puta e chateada palavra
fez grido nas prisões,
voz na fome,
carne que não reconhece a derrota
e pronuncia a coluna vertebral
o desejo de homens e mulheres
capaces de chorar e rir
a pesar da dor.

Faustino Lobato E o verbo fez-se liberdade .
en Salgueiro Maia. A liberdade não é uma utopia.
Edição Liliputiense. 2017

domingo, 23 de abril de 2017

Egotismo



A veces descubres que remas solo sobre todo cuando el mar esta revuelto y cualquier mano es un bien, aunque esta no sea la mano que hubieras querido. A decir verdad y aunque moleste, lo mejor es seguir remando...Lo más cierto es contar con uno mismo. Los otros son, tan solo, un bien añadido, sólo añadido. Si este bien falta no importa ni merma nada y menos el esfuerzo propio.
Estar solo frente a uno mismo no es un mal es la condición de individualidad a la que los humanos estamos sometidos irremisiblemente. Porque nadie puede hacer por ti lo que tu mismo puedes llegar a hacer. Y en esto está el quererse. Sí, querer-se entra dentro de la autoestima y esta es imprescindible para vivir en medio de otros "solos". De esta manera, la combinación de estos elementos, individualidad y amor propio conforman al ser humano con capacidad-es.
La lucha, el movimiento de seguir a pesar de las dificultades personales o ajenas será lo que determine el crecimiento interior. Enfrentar los retos es la decisión mas honesta que cada uno puede adoptar. Y esto de manera individual, solo. Nadie acometerá lo que uno mismo tiene que acometer. La ayuda y el trabajo solidario o en equipo está bien pero esto no suple el trabajo personal. Y no basta con decir que lo mejor es trabajar en grupo, lo mejor es que el grupo cuente con individuos que personalmente sepan lo que quieren. De otra forma el grupo suprimiría la individualidad, el carácter personal de cada uno. Incluso los que van a remolque y a la sombra de otros y se benefician del trabajo del grupo terminaría por quemar a los individuos más eficientes.
Hay que remar solo, decididamente. Y  si alguien se monta en la barca se cuenta con él  y si no lo hace no merece la pena tirar de nadie. Es un tópico pero, a la postre, no deja de llevar razón aquel dicho popular: mas vale solo que mal acompañado. O mejor más vale solo y vivo que acompañado y muerto

viernes, 21 de abril de 2017

BUDO / HUMANISTA E ILUSTRADO


 Quiero compartir la presentación de la obra de Pedro Martin Budo humanista e ilustrado editado por Shinden. Le doy las gracias al autor por fijarse en mí para esta tarea.









Tenéis entre vuestras manos una obra magistral, una obra que, fuera de cualquier intencionalidad al uso, muestra la emoción y la experiencia del Budo en Pedro. Digo esto, la experiencia y no una experiencia, porque la visión que se da -realmente genial-va mucho más allá de lo particular, y está referida a una manera de ser y de vivir el Budo, en el sentido más global y al mismo tiempo cercano. Es por ello que su construcción, tremendamente pedagógica e ilustrativa, va de lo inmediato a la explicación más compleja. Una forma inductiva propia de un pedagogo como Pedro Martin que ha hecho que su experiencia, que esta realidad del arte del Budo en él, se convierte en algo universal aplicable y entendido por todos.

Mirad, libros sobre el Budo, de Budo o para entender el Budo, os encontráis muchos en internet. Ahora bien, como este libro ninguno. Y argumento mi afirmación. En todos los libros producidos con anterioridad a este, se observa la intencionalidad de centrarse en una parcela de este arte pero no saltan de esos rincones de lo particular, haciendo que sólo sirva para quienes practican pero no para los que nos interesa, el Budo, sin practicarlo. Y esto es lo que ha conseguido Pedro, magistralmente que el Budo se acerque a todos, sea comprensible desde su complejidad, antropológica, sociológica y del mismo arte en sí.

¿Cómo lo consigue? Desde mi modesto entender, nuestro autor a combinado tres elementos fundamentales: la palabra escrita –bien escrita-, la experiencia, y el silencio o mejor dicho: La experiencia, el silencio, y la palabra escrita.  

Cuando se combinan estos elementos nos encontramos con:  

-Primero, una narración y descripción -de cualquier tema abordado- en primera persona. Esta forma de escribir hace que los textos, que os vais a encontrar, cuando leáis el libro, sean comprensibles y cercanos. Desde la primera página se establece una conexión inmediata con el lector. Y así, de esta manera, el interlocutor-lector- se ve implicado en aquello que se dice porque nada le resulte extraño y aun siendo conocedor de lo que se expresa, los textos le acercan a unos aspectos explicados y expuestos de una forma completamente nueva.  No es fácil lo que Pedro Martín ha hecho a lo largo de estos años, anteriores a la publicación de su obra.



Por todo ello, tengo que advertir – un atrevimiento por mi parte teniendo al autor aquí- que este libro no es un diario, un bitácora, aunque Pedro parta de experiencias concretas; ni un libro de historia del Budo aunque esta-la historia- sea el contexto de algunos comentarios del maestro. No, no es un libro al uso, a modo de enciclopedia, porque su trazo holístico es una extensión del ser vital de un Sensei como Pedro Martín. Explico holístico, en un segundo: Holos significa en griego todo, entero y hace referencia a todos los elementos que, entrando en relación, crean una realidad única y dinámica. Así, lo que nos trasmite Pedro es algo que va más allá de la suma de experiencias, como budoka o como Sensei, sino que es un todo armonizado que genera movimiento. Os aseguro que es una gozada leer este libro en el sentido que acabo de indicar.  


-Segundo, lo que nuestro autor nos presenta lo hace de manera solidaria, como quien abre la ventana de su casa y en este caso para mostrarnos la realidad del Budo. Sí, del Budo capaz de hacernos concebir el mundo más amable, haciendo que la vida sea agradable dentro de él (pág. 52). Su forma cercana de plantear lo más complejo nos hace comprender que este, el Budo, es un arte donde el humanismo y el pensamiento autónomo se equilibran (pág. 55). Difícil en estos tiempos donde la pérdida de valores y la dependencia de lo fácil es la moneda común de todos. Sí, el Budo que nos muestra tiene mucho que ver con un situarse en un siempre “presente liberador”…, en un continuo movimiento donde el propio trabajo se involucra (pág. 104) donde lo racional y científico se coloca a un lado profundizando en lo más humano y sensitivo (108).  Y por otro lado, y esto es muy importante para aquellos que nos dedicamos a la enseñanza, Pedro, en este magnífico libro, tiene la mirada puesta en el budoka, en este del que dice tiene que ser la suma de tres dimensiones: espíritu, técnica, cuerpo= (shin /gi/ tai), haciendo que el Budo se convierta en un “verdadero “Camino de Excelencia”. (pág. 113), en un arte que se mantiene por una última razón: por el amor mismo. (pag. 207). Así, terminará diciendo que el Budo no es algo tangible, es una posibilidad de expresar el intelecto, las emociones y el cuerpo.  



-Tercero, uno de los elementos que aparecen en la obra es el continuo CUESTIONARSE, un siempre preguntar admirado-asombrado. Resalto esto, quizá por un defecto profesional de enseñante de filosofía, pero también porque es esta la manera más directa de implicar al lector.  Así, acabo, Pedro Martin Sensei pregunta mirando la realidad intangible del Budo: ¿Cuál es su utilidad? ¿Es más importante lo útil o lo estético?  Y responde, de forma directa: Es una forma de arte, y de este como camino de la belleza (185) Lo bello, como referencia mayor, donde la ausencia de la violencia es el punto álgido. Sí, un arte donde su práctica acerca al hecho cotidiano del existir (222).

Junto con el contenido de la obra, y formando parte de ella, hay una serie de fotos, en blanco negro, de Juanma Zarzo. 



Son las mismas fotos que nos han expuesto aquí para que luego las admiréis de cerca. Me impresiona la sensibilidad que aparece a través de estas texturas en blanco y negro. Dan la sensación que ilustran el libro pero no todo lo contrario son parte de él como narración gráfica. ¿Cuenta una historia? Dejo la pregunta para que luego la responda Juanjo. No sé nada más que lo que observo y lo que veo es una expresión de forma gráfica de lo que Pedro nos trasmite en su obra. Creo que Juanjo ha sabido recoger ese espíritu del dojo donde Pedro crece en el en sí del Budo. Ha recogido esa esencialidad de la autonomía propia que se llama libertad, o esa felicidad que Pedro trasmite cuando dice: Vivir aquel solo estar, la felicidad de sentirme en el epicentro de mi sueño (pág. 393). Y nunca-sigue diciendo- fue esto una experiencia lúdica o amarga, jubilosa o tediosa, practica o caduca. Esta felicidad del bujutsu es lo que ha captado Juanma con sus fotos, unos auténticos iconos, donde no eres tú quien observa sino que tú te sientes observado de manera sutil, o mejor dicho querido.


sábado, 8 de abril de 2017

Heridas de guerra.



Heridas de guerra, eso te dice tu madre
para que no te acuerdes de la caída.
Y te levantas, como un rayo, dices
agarrándote a mi mano.
Tú,
herido de guerra, te conviertes
en un soldado que libras batallas
entre el salón y tu cuarto. Un espacio
donde  los juguetes vuelan, esos coches
que te imaginas, hablan y comen.

Heridas de guerra,
las noches de vigilia
buscando el pecho materno para seguir
durmiendo;
los momentos de hospital
para afirmarte que la herida duele
y te deja sin comer preso del hambre.
Tú,
herido de guerra, me hieres
al sentir tu llanto de héroe rebelde
que resistes a la norma y la orden
te violenta.

Heridas de guerra,
las que tendrás cuando llegue
el momento de dolerte el amor
y no sepas qué decir ni a quién escuchar.
Yo,
estaré ahí, aunque no lo sepas,
curando tu herida, mi herida en ti,
nos separe
porque tú vueles y yo muera
para seguir viviendo 
en tus sueños de justicia
y en tus desvelos.

viernes, 7 de abril de 2017

Hacer silencio...




Hay momentos que es mejor guardar silencio que hablar. Hay tanta palabra hueca, tanto verso sobre lo mismo, que provoca cansancio y aburrimiento. 

Comprendo a quien o quienes quieren convencernos con palabras bonitas, interesantes o absurdas, de lo bien o mal que está el mundo, la vida, la sociedad. En definitiva, verbalizar, de forma oral o escrita, no es otra cosa que poner delante lo que molesta y tomar conciencia de ello. Sin embargo, cuando siempre se repite lo mismo, cuando los problemas se cantan hasta por bulerías, lo mejor es abandonar la escena y retirarse para guardar silencio. 

Eso sí, un silencio querido, no impuesto. Y de esta forma limpiar de toxinas verbales el ánima y entrar en el ánimo de seguir. Cuidado que el silencio al que hago referencia no es al hacer oído sordo a los problemas, ni tan siquiera huir de ellos. Este silencio, del que hablo, es el de hacer un paréntesis para tomar fuerza y seguir enfrentando las dificultades, las propias y, como no, para también  mantener el alma abierta poder acoger los  problemas ajenos. 

Hay que decir, y ya termino, que el silencio es la medida prudente para no meter la pata cuando no se sabe responder, como terminaba Wiggenstein en su Tractatus, de lo que no se saber mejor no decir nada (silencio)

MIS VISITAS AL MUNDO

MIS VISITAS AL MUNDO
Tiene Lisboa sonidos de agosto