sábado, 14 de mayo de 2016

Mercado de abastos. Presentación en la 35 feria del libro.




Buenas tardes y bienvenidos a este encuentro con la obra de Jose Manuel Vivas, Mercado de Abastos, que tengo el honor de presentar.

1.      EL AUTOR-

               Permitidme, antes que nada,  hablar  de José Manuel Vivas como persona más que como autor. Considero que esto es más importante. Aunque, a decir verdad, es complicado hablar de la persona, de cualquiera;  todos comprendemos que de las personas conocemos  una pequeña parcela, un poco de lo que es y aun así nos equivocamos porque las personas somos un misterio. Pues bien, con riesgo de equivocarme por no decir lo esencial, quiero apuntaros un poco de esa  pequeña parcela que creo conocer de Jose Manuel,  de este contertulio mensual de Página 72. 

             Lo primero, es anotar que es  un amigo cercano, una persona donde los gestos superan a las palabras. Esto es siempre visto desde una percepción donde la emoción de los encuentros mide la relación. José siempre está ahí cuando se le necesita. 

               Lo  segundo, es que desde que conozco a José Manuel siempre ha transmitido esa aura de escritor infatigable, empujando a todos a escribir con dedicación. Este es un escritor  con más de catorce obras en su haber, aunque esto es lo de menos ya que lo importante es que en cada una de ellas hay algo de su crecimiento personal, es decir, en su obra  la literatura, la ficción se funde con el ser más personal. 

            Tercero, y esto es importante,  las creaciones de José Manuel Vivas no sólo llevan un poco de él sino que en todas ellas se ve, de manera transparente, su progreso, su inquietud. Y para terminar esta breve semblanza, tengo que deciros que para saber de nuestro autor es posible que en internet encontréis  mucha información pero os digo que esos  datos son nada cuando, acercándose a conocer al personaje, se conocen sus gestos y estos solo se entienden  cuando se comparte con el autor a través de sus letras. Y  José Manuel es consciente de ese gesto propio del escritor que sabe que su obra, una vez publicada, le ha  dejado de pertenecer para convertirse en patrimonio de todos

Esta generosidad del escritor es lo que hace que advirtamos en la obra de JM Vivas un tono de emoción que enamora. Gracias José Manuel por ser el amigo cercano, el escritor infatigable, la persona inquieta y generosa que ha querido compartir con nosotros, lectores, tu más reciente criatura.

               Dicho esto quiero centrarme, ahora  en la obra que presentamos: Mercado de abastos. Comencemos por aproximarnos al significante de este título y subrayar que este sintagma indicador del espacio cerrado, donde unos surten de mercancías a otros, en el poemario Vivas  se transforma, magistralmente, en una metáfora para hablar de ese otro espacio, de la vida, donde todo acontece como: el amor, la muerte, la soledad ...



2.      LA OBRA: Mercado de abastos

2.1. LA ESTRUCTURA. CAPÍTULOS:

Esta obra tiene la particularidad de mirar la realidad poliédrica de la vida retomando, de la materialidad significativa del abasto, los nombres de avituallamiento, compraventa y trastienda. Importa decir que estos nombres solo sirven, en esta obra, para justificar la estructura estética de los capítulos ya que:
               En el primer capítulo, avituallar, termina por transformase en un espacio donde un nosotros literario provoca el diálogo aprovisionando a la vida de “un plan de fuga eficiente/ que salva del estupor”;

               En el segundo, la compraventa, es un concepto que termina por englobar todo lo que la vida compra- o mal vende, como son las falacias, los temores,  la soledad, los olvidos, dios con mayúsculas, las osadías, la risa, el amor. Aquí, en este segundo capítulo del poemario el contenido se platea en medio de un dialogo a tres, donde el nosotros cede su puesto a un yo literario que íntima y se dirige a un necesario.

               Y finalmente, en el tercer capítulo, con el término trastienda, los versos nos sitúan ante todo lo que de manera consciente o involuntaria la vida oculta, unas veces por inercia y otras por vergüenza, como es: la resistencia a no ser nada, o la venta de los otros; las respuestas agotadas, o lo que no queda de uno mismo; los enfrentamientos banales, o los vacíos… Aquí, en este tramo final del libro se impone el trazo objetivo del tú literario, un tú que aparece como Sísifo, empujando sin remido la vida.

               Solo con mirar este esquema lógico de los capítulos: AVITUALLAR, COMPRAVENTA Y TRASTIENDA se puede observar como el autor nos quiere introducir en un viaje que va más allá de las propias palabras, en un camino donde los elementos adquieren un valor significativo de solemnidad.

2.2.  INTENCIONALIDAD SIGNIFICANTE: La perspectiva de lo social.

               La obra, Mercado de abastos, termina por enfrentarnos a la propia existencia desde la imagen de lo inmediato. Pocos, autores son capaces de terminar socializando el verso, como Jose Manuel Vivas hace, es decir, pocos se atreven, como él, a  convertir el poema en un meta-relato del compromiso social. Este indicador nos advierte, a los que nos hemos acercado a la obra de nuestro autor, que las palabras  adquieren una profunda significación haciendo que, cada uno de nosotros como lectores, nos situemos  en el mercado de la vida, que es la existencia misma y a su vez nos sintamos empujados, emocionalmente,  a reconocernos  en cada gesto des-crito. Jose Manuel tiene esa habilidad que es la de esbozar no solo un eikos, imágenes, sino un logos-espejo donde reflejarnos.

               En este campo de lo significante, de lo que dice y nos implica hay otra realidad propia de la creación de Vivas y es ese movimiento de fuera-adentro que él diseña en algunos de sus poemas. Esto movimiento de lo íntimo hace que los versos adquieren un relieve  aleccionador y ejemplarizante. No basta con mirar sino que hay que implicarse.

               Así, en la primera parte, el yo literario nos muestra ese gusto por los ocasos y las simas marinas, por los agujeros negros…(por) las solitarias mesas de la cafetería, allí al fondo, donde trazo un plan de fuga eficiente que (me) salve de tanto estupor (Interiores pág. 21);

               En realidad, todo se porta y se traslada, todo queda ajustado, listo para la venta…todo se prepara concienzudamente…así la vida nos prepara sus manjares a diario. Y así desbaratamos cuanto nos ofreció la vida con orden y paciencia con meticuloso cuidado. (Existencias, pág. 24);

               Y todo esto expuesto como un viaje, como un necesario salir a la intemperie o adentrarse en el bosque, aunque no tengamos tiempo para ello, para ese viaje, ni el valor de abandonar nuestro refugio. (Micología, pág. 31)

               -En la segunda parte, donde la compra-venta aparece como una prioridad, en concreto, lo que se subraya es esa búsqueda del rincón sin luz del mercado (de la vida) donde ocultarnos y mendigar las incontrolables ascuas de la (vida) existencia, los sudores ebrios de la fiebre. (Algo así como el amor, pág.37);

               Porque, salir es enfrentarse a uno mismo sin medida. Allí nos venden lo que necesitamos, un enjambre de dudas que se otorgan, la necesaria certidumbre de habitar un cuerpo… (Agorafobia, pág. 44); Y es así cuando se impone un escuchar la tenue voz de los galápagos bajo el río, su cantar de agua, el sonido hueco de sus corazas de animales prehistóricos, de lentos supervivientes… (Galápagos, pág. 51).

               -En la tercera parte, es donde el yo literario reconoce frente a un tú, a veces impasible,  que no queda nada visible sino un territorio hueco y umbrío…donde nada nos tiembla en la voz, donde ningún vocablo los nombra, y ningún aliento los resucita. (Nombrar, pág. 59); En esta tercera parte se explana este sentido de lo social, indicado más arriba, que alimenta los versos en el decir: tú pusiste el precio a sus desahucios, ellos recogieron del suelo las frías mantas de plástico de su envoltura. (Usureros, pág.62); denunciando cómo pesa la huella de los falseadores, (y) de cómo sus voces tienden a cargar sobre el débil el lucrativo embuste de sus programas electorales. (Mentirosos, pág. 66).








2.3.   LA REFLEXIÓN IKoNIKA. Un libro donde la imagen se vuelve emoción.

Este poemario, Mercado de abastos, está marcado por lo ikónico, por un permanente sugerir imágenes y estas con tono vivencial donde la emoción es protagonista.  Permitidme una reflexión y para ello voy a tomar los versos iniciales y los finales de cada capítulo.

 En el PRIMER CAPÍTULO. La imagen de la existencia vital.

               Se inicia con estos veros:

                Agotada la noche de sus últimas sombras,
                Un leve respirar de luz abre el mundo a lo nuevo.(6-AM)

               Son tan sutiles estos primeros versos que solo alguien avisado sabría descifrar el empuje existencial  que, en ellos,  aparece entre líneas. Leve respirar, el neuma, ese soplo creador de la luz el que abre el mundo a lo nuevo. Sin pretenderlo los versos nos retrotraen a las palabras magistrales de las mitologías orientales donde los dioses creaban envolviendo todo de brisa y luz. Es así como la realidad cobra relieve y se vuelve humana…

                Por otro lado, los versos finales dicen así

                …con paso ligero y firme
                Se aleja tras el bullicio
                De todas las despedidas. (Mujer)

                Estos versos nos hablan de la calma, de un final tranquilo donde la mujer es la protagonista. Tomando ésta como símbolo de lo materno, los versos parecen indicarnos que la existencia se recobra desde ese sentimiento de la tranquilidad expresado, a su vez, en el hecho mismo de las despedidas. Despedirse es dejar atrás, aunque sea por un momento, todo lo que, incluso, puede ser importante. Y es aquí en esta relatividad de un nuevo comienzo donde se advierte el paralelismo con lo nuevo de los primeros versos.

                Así, nuestro autor, de manera certera, con este capítulo nos pone ante la imagen de la existencia vital, aquella que se renueva continuamente, como un punto de inflexión entre lo pasado y lo futuro, es decir, en el presente vivo.

En el SEGUNDO CAPÍTULO. La imagen de la sabiduría a la inversa.

                Los primeros versos son: 

                También es posible adquirir
                las frutas y su vario sabor difuso...(Algo así como el amor)

           Casi de forma intencional, estos versos primeros nos colocan ante la conciencia de nuestro imaginario colectivo, el de la sabiduría en ese hecho de adquirir, de probar, de morder la fruta. Y sigue, y su vario saborEste Sabor tiene la misma particularidad de saber, sapio . Porque la sabiduría es algo que se paladea.

                Después, yendo al verso/os final/es de este capítulo, donde se dice 

                ¿Bastarán las palabras? (Entonces)

                El autor nos emplaza ante el límite mismo de la existencia, es decir ante el hecho de preguntarnos si los propios vocablos bastan. Porqué preguntarnos por la suficiencia de algo que hace que los hombres nos entendamos y entremos en diálogo. La respuesta está en la unión de este verso escéptico  con los versos iniciales del capítulo para concluir con una imagen esta de que la sabiduría no viene dada por las palabras, sino que ésta está más allá de ellas. Esta imagen requiere de una lectura atenta de otros versos dentro del mismo capítulo: avanzando hacia dentro (pág. 44) buscando esa sabiduría de lo osado (pág. 48), de la risa, de la lectura del poema que espera, desea que lo escuches…


En el TERCER CAPÍTULO. La imagen vital de lo cotidiano.

                Aquí, los versos iniciales nos adentran en una realidad dens

                 El nombre de las cosas que sucedieron,
                Los gestos…  (Nombrar)

                Y en este nombrar está el aferrar lo seguro. Una imagen vital este hecho de nombrar, de poseer,  porque nombrar significa  poseer las cosas. Por tanto, en este hecho de nombrar, el autor nos emplaza frente a la misma humanidad que viaja por este MERCADO DE ABASTOS. Esta reflexión, unida a los versos finales, da un sentido de lo cotidiano que es donde se sitúan las emociones

                Mañana será otro día.
                Temprano limpiaran los restos
                Y la memoria.
                Como si nada hubiera ocurrido. (Vacío)

                Como si nada hubiera ocurrido, esto es, empezar de nuevo, renacer desde lo nombrado y desasiéndonos de ello, dejándonos devorar por el monstruo (pág. 68), con la convicción de que nada de lo que eras ha quedado de ti (pág. 67).

                Después de estas reflexiones, en la que he pretendido aproximarme a los versos de Mercado de abastos, me resta decir gracias:

                - primero, al autor de esta obra por permitirme leerla y desentrañar unos versos como justificación para reflexionar;
                - segundo, a todos vosotros por estar aquí y permitirme abusar de vuestra paciencia. Gracias.
               

Badajoz 14/05/2016



                                                                                                                        

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