jueves, 24 de marzo de 2016

Tiempo sin naufragios.



En este punto medio de la tarde,
cuando la luz lo inunda todo
y  el alma recobra la calma,
rendirse sabe a cobardía.

¿Dónde está el miedo a seguir?
¿Dónde la sinrazón?
¿Dónde las olas del hastío?
¿Dónde el sinsentido?

En este punto final de la tarde,
cuando la noche trae el silencio
y el alma guarda la memoria
de las horas, me siento vivo.

¿Quién me hablará de los abandonos?
¿Quién me recordará las dudas?
¿Quién me mostrará el desierto
y permanecerá mudo ante la mentira?

En este punto de la tarde
cuando los infiernos parecen no estar
y el alma enamora a la muerte,
pliego las alas y sueño.






domingo, 6 de marzo de 2016

Punto y seguido.



Este corazón, acostumbrado a las sorpresas
y a mirar desiertos,         sigue descubriendo
ese color de mañanas que tiene la vida.   La   
luz de invierno tiene notas de misterio.  Hay
tanta luz que no sé dónde colocar la mirada.       
El tiempo se difumina en la niebla de marzo.    
En medio del dolor y las torpezas;     crezco.     
Ahora, ante la vida que tiene               rostro,
me detengo. Vale la pena                 escribir
esta biografía de lo simple,       esta historia
que rumia, en  silencio,             las palabras
y el gesto de los que no salimos          ni en
la página izquierda del          periódico local.
Este corazón late al ritmo de la música que
quiero tocar.                         Este corazón…


           /Del poemario: La gramática de los días)

MIS VISITAS AL MUNDO

MIS VISITAS AL MUNDO
Tiene Lisboa sonidos de agosto